por Almudena Palacios Buscábamos una educación diferente a la que tradicionalmente nos han dado en nuestras casas. Creo que los niños deberían ser lo más independientes y autónomos posible, solidarios, empáticos, que resuelvan los conflictos de forma civilizada y que amen lo que hacen. Cada día los niños tienen menos infancia o esta es completamente diferente a la que deberían tener. Deberían ser felices, vivir el momento, sin prisas y sin agobios, disfrutando de su familia y de la naturaleza. Por ello, decidimos aplicar el método Montessori en casa. A partir de aquí comienza nuestra aventura. ¿En qué consiste el método Montessori? El método Montessori consiste en seguir al niño, acompañarlo durante su vida en su aprendizaje, desarrollándose él mismo y sacando todo su potencial, sin necesidad de competir con otros niños. Se trabaja la empatía y la paz para la resolución de conflictos. Todo ello creando un ambiente de respeto, donde se respire tranquilidad. Fue María Montessori la creadora de esta pedagogía educativa, vivió hace más de un siglo y sigue dando de qué hablar. Beneficios de este método Algunos de los beneficios ya los he ido nombrando, pero lo que queríamos en casa era una niña autónoma, independiente, feliz, empática; que creciera en un hogar tranquilo, donde no haya premios ni castigos, sino argumentos; que hubiera entre nuestra hija y nosotros confianza mutua y respeto; queríamos pasar tiempo en familia y realizar con ella actividades (no solo ver la televisión o estar con las nuevas tecnologías todo el día). Queríamos ofrecerle a nuestra hija una educación respetuosa y basada en el cariño, teniendo siempre en cuenta sus necesidades, ¡ojo! no confundir con que la niña haga lo que quiera, ni que le voy a dar todo lo que pida (quiero hacer hincapié en esto, porque muchas personas piensan cuando oyen el método Montessori que es “hacer lo que quieren los niños y que no hay ningún tipo de límites“), porque siempre tendrá ciertos límites que habrá que cumplir. Conseguir que fuera una persona íntegra, con este adjetivo me gustaría englobar muchas otras características como honrada, responsable, solidaria, educada, disciplinada… que viva en libertad, muy diferente a que haga lo que quiera (ya hablaré sobre este matiz en otro artículo). Principios básicos del método
Maria Montessori: "Ayúdame a hacerlo por mí mismo" El cambio comienza en el adulto y en el entorno
Es un método pedagógico, pero sinceramente se debería aplicar como una filosofía de vida, porque los primeros que debemos cambiar somos nosotros como padres, no solamente es educación, es tomarse el día a día de forma diferente a lo que hacemos, que yo misma hacía antes, ahora intento disfrutar el momento, sin pensar en agobios ni estresarme (hay días que lo consigo y otros que algo menos), al menos estoy aprendiendo, porque cuesta mucho. También debemos cambiar la forma de mirar a nuestros hijos, los tratamos como si fueran personas inferiores y esto no puede ser, ellos tienen voz y necesidades, los padres últimamente solo pensamos en darles cosas materiales, pensamos que así están cubiertas todas las necesidades y es justamente lo contrario. Desde aquí, partimos en el momento de saber que estaba embarazada, en el hecho de no comenzar a comprar por comprar y sobre todo pensar qué es verdaderamente necesario, porque me he dado cuenta que en las cosas importantes y necesarias es donde más recortamos. Por ejemplo, hablamos con nuestras familias y les pedimos que nos consultaran antes de comprar algo, ya que es necesario seguir unas pautas mínimas acordes al método. Tengo que añadir que nos pasamos todo el embarazo hablando con ellos de lo que queríamos hacer y de lo que no, para que lo comprendieran lo máximo posible. Fuente::https://viviendomontessori.com/el-metodo-montessori/por-que-hemos-elegido-el-metodo-montessori/
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